Acualmente en "atrévete a pensar con libertad"

lunes, octubre 19, 2009

17-O: NI ABORTO DEL PSOE, NI ABORTO DEL PP.


Esta es una de esas ocasiones en la que a uno le gustaría no tener razón. Hubiera deseado encabezar este artículo pidiendo disculpas por presuponer, erróneamente, la manipulación a que se vería sometida la manifestación del 17-O.

A pesar de que cada uno de los convocantes dejó claro, antes y durante el acto, que era una manifestación no confesional y apolítica, en la que tenía cabida cualquier persona, con independencia de su credo o filiación política, siempre que defienda que el primer derecho fundamental de todo ser humano es “el derecho a la vida” y que ésta se ha de defender desde la concepción hasta la muerte natural; que el frenar la nueva ley de ampliación del aborto no era la meta, sino el principio de una lucha encaminada a conseguir que toda mujer cuente con el apoyo y ayuda necesaria para no tener que recurrir en ningún caso al aborto; y que el fin es, tras concienciar a la sociedad de que el aborto no es la solución, derogar cualquier ley abortista, el mensaje que ha trascendido en la mayoría de lo medios de comunicación ha sido totalmente distinto.

Tras el típico baile de cifras, dependiendo de la orientación ideológica de cada medio, salvo en contadas ocasiones, nadie se ha molestado en entrevistar a los organizadores para que dieran su propia valoración y expusieran como trasladarían dicho clamor popular por la vida, tanto al gobierno, como al resto de partidos que aspiran a gobernar.

Sin embargo, por un lado,
se han centrado en las declaraciones de los miembros del partido gubernamental que acusan de hipócritas y oportunistas a los populares y, por otro, en las de los cargos del PP, que además de manipular la manifestación en beneficio electoral propio, presentándose ante los manifestantes como adalides de la defensa de la vida y pidiendo al Gobierno que escuche a la calle, luego, sin el más mínimo sonrojo, tiene la desfachatez de asegurar, como Cospedal, que no hacía falta reformar la ley del aborto porque la actual "tiene un gran consenso social".

Al final resulta que, esa inmensa marea humana que salió a gritar “sí a la vida”, por arte de magia, solamente ha salido en contra del aborto del PSOE. Ni Maquiavelo se hubiera atrevido a tomar como modelos en El Príncipe a esta tropa de buitres carroñeros disfrazados de gaviotas.

viernes, octubre 16, 2009

LAS LECCIONES DE LA MANIFESTACIÓN DEL 17-O





Últimamente, sobre todo, por parte de los partidarios de la ampliación del aborto, se acusa a los organizadores de la manifestación del 17-O en particular y a los grupos pro-vida en general, de salir a la calle solamente cuando legisla el PSOE en materia de aborto; mientras que, cuando gobernó el PP, partido que además de no derogar la ley del 85, la amplió con la comercialización de píldoras abortivas y permitiendo la investigación con embriones humanos, éstos no salieron a manifestarse.

Esto es totalmente falso pues muchas organizaciones pro-vida siguieron manifestándose en contra del aborto durante los distintos gobiernos socialistas y populares, a la vez que, con sus escasos recursos, hacían auténticos milagros para ayudar a muchas madres para que no tuvieran que recurrir al aborto.

Sí es cierto, sin embargo, que las grandes manifestaciones se produjeron con gobiernos socialistas, porque socialistas eran los gobiernos que plantearon la despenalización del aborto en su momento y su ampliación en la actualidad. Y aquí radica la primera lección que tenemos que sacar: el movimiento pro-vida ha de dejar de ser reactivo, no limitándose a salir solamente de forma masiva cuando se proponen leyes encaminadas a ampliar el aborto. La defensa de la vida (desde la concepción hasta la muerte natural) ha de ser continua, tanto con el trabajo generoso y callado de los movimientos pro-vida, como con grandes manifestaciones, frente a los que amplían el aborto y a los que, como el PP, mantienen dichas leyes.

Pero, en la batalla por la vida, hay otra lección, si cabe, más importante: elegir escrupulosamente a los compañeros de viaje; hay que cuidarse de los que se ponen en la foto a pesar de no tener una postura clara frente al aborto.

Me refiero a esos cargos del PP que, a “nivel particular”, han anunciado su asistencia a la manifestación. Un Aznar que tiene en su haber más de 500.000 abortos durante su mandato, una Aguirre que financia con fondos públicos más del 23% de los abortos que se realizan en la comunidad de Madrid o un Oreja que se le llena la boca diciendo que es un pro-vida y no exige públicamente un cambio en la postura oficial de su partido; postura, dicho sea de paso, que no tuvo ningún reparo en defender un desvergonzado Rajoy frente a la pregunta que le formuló una chica discapacitada, que podía no haber nacido si sus padres se hubieran acogido a la ley del 85. Eso sí, un Rajoy, que ha pedido a los militantes del PP que acudan a defender el 17-O la postura de su partido en materia de aborto: mantener una ley bajo la que se producen más de 112.000 abortos al año.

No se trata de exigir pedigrí, sino un auténtico compromiso a favor de la vida que, repito, es desde la concepción hasta la muerte natural. Pues aceptar como compañeros a los dirigentes populares, sin exigirles previamente una postura clara, es sembrar la confusión en mucha más gente de la que se cree, que podría acabar pensando que existe un aborto bueno, el del PP, y otro aborto malo, el del PSOE; y restando, más que sumando, a la lucha pro-vida.

Yo prefiero quedarme con el testimonio del edil socialista, D. Joaquín Montero, que como buen pro-vida, en su día se posicionó claramente en contra de cualquier legislación abortista.