Acualmente en "atrévete a pensar con libertad"

lunes, julio 19, 2010

PATRIOTISMO versus patriotismo pelotero.


Los últimos éxitos deportivos de nuestra selección nacional de fútbol han hecho creer a muchos que ha renacido un nuevo patriotismo, sin complejos y transversal, que ha llegado a todas las capas sociales y al margen de cualquier ideología política.

Uno puede estar orgulloso de su patria por muchas razones: por su historia, por su presente y por su futuro; por un proyecto común que necesita beber de las fuentes de su pasado para alcanzar con éxito su futuro. Un pasado que, en el caso de España, por ser la nación más antigua de Europa, tiene una gran riqueza.

Pero este patriotismo pelotero, que se cimienta simplemente en unos éxitos deportivos, en que solamente nos une lo bien que juegan once jugadores profesionales, no pasará de ser simplemente una flor de un día o con suerte algunas semanas, para luego desvanecerse durante cuatro años.

El diccionario de la RAE define patriota como: Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.

Por desgracia, hoy en día, tras treinta años enseñando a nuestros hijos desde la escuela, los medios de comunicación, etc.… que eso del amor a la patria es algo negativo y franquista, ya quedan pocos que amen a su patria; si por nuestra patria entendemos a España, porque solamente se puede ser patriota actualmente si por patria se tiene alguna de esas diecisiete realidades nacionales en que han dividido España nuestros políticos, ya sean socialistas, populares o nacionalistas.

En cuanto a lo de que patriota es el que procura todo el bien de su patria, ya no nos quedan políticos (electos) que antepongan el interés general de España al de su partido; y dentro de los votantes tampoco, porque, a fin de cuentas, a estos políticos los votan mayoritariamente los españoles, que sin el más mínimo espíritu crítico año tras año, como auténticos hooligans, dan su voto a su partido para que no salga el contrario.

No podemos olvidar que la desmembración de España está siendo posible gracias a las transferencias a los distintos gobiernos autonómicos; y que la mayor parte de estas transferencias no se dieron en tiempo de Felipe González sino del Sr. Aznar. Zapatero solamente está dando el tiro de gracia a nuestra patria con las nuevas reformas estatutarias, especialmente la catalana, con la ayuda del PP que apoya una reforma calcada a ésta en Andalucía o con su cláusula Camps que equipara el estatuto valenciano al catalán.

Es tarde e inútil hablar a los españoles de patriotismo. Tal vez el único camino de salvación que le queda a nuestra Patria es hacer ver al pueblo los atrasos económicos, el sobre gasto público y las desigualdades que nos ha traído el sistema autonómico a los españoles en función de nuestro lugar de residencia, para forzar a la clase política (o sustituirla por una nueva) a anteponer el bien común a de sus partidos.

La única manera que nos queda para hacer que se cumpla el Art. 139 de la Constitución española, en el que se consagra que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado, pasa por el desmantelamiento del sistema autonómico, devolviendo las transferencias al estado y dejando a las regiones la simple gestión de estas competencias.

Cuando todos los españoles tengamos los mismos derechos y obligaciones, tendremos un proyecto común y, ser patriota, será la cosa más normal en España.