Acualmente en "atrévete a pensar con libertad"

jueves, marzo 23, 2006

HOLA TREGUA, ADIÓS ESPAÑA.

Supongo que en Ex-paña quedan ciudadanos, cegados por un lógico deseo de paz, capaces de poner la mano en el fuego para defender que esta es la “definitiva”; pero, ojalá me equivoque, no es más que otra tregua táctica y, como vino a decir hace poco Mayor Oreja, no estamos ante un proceso de paz sino ante una nueva fase hacia la autodeterminación.

Yo sigo revisando el
comunicado pues, por lo que parece, olvidaron remitir la parte donde se menciona, por ejemplo: el lugar donde nos han dejado las armas, que devuelven lo cobrado en concepto de impuesto revolucionario, que piden perdón por tanto dolor y por tantos asesinatos, que no exigen ni exigirán ningún precio político ni acercamientos de presos, que se entregarán a la justicia para cumplir las penas que les correspondan(...).

Pero mientras sigo pensando que “no hay verdadera paz sin justicia”, escucho a Elorza brindando y llamando a las victimas “
ausentes involuntarios”, a Conde-Pumpido que pedirá a los jueces que “valoren la nueva situación” al tomar medidas cautelares, a Llamazares pidiendo la derogación de “la Ley de partidos”(...).

Seguramente, los que creen en una paz a cualquier precio, dirán que yo soy el que está equivocado al pensar que ya hemos empezado a pagar nuestro precio político y, además, que soy un retorcido, al recordar la coincidencia con el reciente reconocimiento de Cataluña como nación; y es que no hay más ciego que el que no quiere ver.

Zapatero, gozoso y alegre, ya tiene su tregua, y confía que al menos dure hasta las próximas elecciones generales, para poder seguir con sus planes de desmantelamiento nacional: "su autentica transición”, partiendo de "su legalísima y democratísima II Republica", ya que, para él, los últimos treinta años no valen para nada.

Están equivocados los que piensan que ETA dejará las armas definitivamente si consigue la independencia de vascongadas y la anexión de Navarra y el País Vasco-francés, ya que, si los independentistas vascos (PNV) se salen con la suya, llevarán en el pecado su penitencia, pues, ETA, como buen grupo marxista revolucionario, nos los dejará en paz.

Ante este negro futuro que se cierne sobre España, los españoles, o dejamos de ser meros espectadores desde nuestro sofá y hacemos lo que esté en nuestra mano (dentro de la legalidad) para evitarlo, o nos tendremos que preparar para la peor de las experiencias que puede pasar un ser humano: “el reproche y desprecio de sus hijos”.

miércoles, marzo 15, 2006

INMIGRACIÓN Y DEMAGOGIA


Siempre que nos quieren vender el “papeles para todos” nos cuentan la misma verdad a medias: “los españoles también fueron emigrantes”; pero no cuentan que, para ir a Europa, se nos exigía un contrato (en origen) y pasar un reconocimiento médico ; y que, al quedarse sin trabajo, los enviaban de vuelta.

Desde Europa, con más experiencia, no cesan de criticar nuestra política de inmigración y avisarnos de que no podemos ser el coladero de la inmigración ilegal; y nosotros, que solo cuando nos interesa, somos más europeos que nadie, seguimos haciendo demagogia con el tema.

Yo soy el primero en recordar, que es un deber de los países desarrollados, sacar al resto de su situación, con políticas de desarrollo sostenible en sus naciones y cubrir nuestra demanda de trabajadores con una política de regulación racional de la inmigración que favorezca, por igual, a nosotros y a los inmigrantes, con la siguiente premisa: las demandas temporales se han de cubrir con inmigrantes temporales.

En la última III Cumbre hispano – polaca, nuestro presidente, convencido de que la economía española está “sólida”, ha decidido adelantar en 5 años la libre circulación de los trabajadores comunitarios de Europa del este; no sé si se puede considerar “sólida” una economía con más de dos millones de parados, pero si tenemos en cuenta que, hoy por hoy, nuestra infraestructura sanitaria, de vivienda y educación es deficiente, la medida no parece ni acertada ni sostenible.

Cuando se junte esta demagogia, con una política económica deficiente y una crisis económica, saltará la chispa y, mientras nuestros políticos se preguntaran como ha podido ocurrir, los trabajadores españoles y los inmigrantes, que sí podíamos acoger, pagaremos el pato.

Por último, si me permiten una pregunta: ¿los sindicatos no tienen nada que decir?, tal vez, si no vivieran a costa de las subvenciones, se les soltaría la lengua.

jueves, marzo 09, 2006

NECESIDAD DE UNA NUEVA GENERACIÓN DEL 98.

(SOBRE EL RECONOCIMIENTO DE CATALUÑA COMO NACIÓN)

La pérdida de Cuba en 1898, nos trajo la reconversión de sectores regionalistas en nacionalismos excluyentes; estos nacionalismos aprovecharon, junto a algunos agravios históricos, la crisis del sentido de nación, para crear ficticios hechos diferenciales que fueran el abono del odio a España.

El reconocimiento, en el preámbulo del Estatut, de Cataluña como nación les garantiza alcanzar, sin contar con el resto de los españoles, su objetivo final: la independencia.

No lo harán a corto o medio plazo, dejaran pasar el tiempo suficiente para alcanzar su independencia económica y garantizarse un resultado favorable en un referéndum; dándole un irónico aire de naturalidad y democracia.

El tribunal Constitucional, la recogida de firmas, el blindaje de la Constitución y otras iniciativas podrían evitarlo, pero, mientras nuestros políticos no aparquen sus intereses y pongan por delante los de España, solo supondrá un aplazamiento.

Al menos la perdida de Cuba nos trajo la Generación del 98, un grupo de intelectuales que, desde distintas concepciones políticas, se atrevió a cuestionarse la tarea intelectual frente a España y la política española.

Cabe plantearse si nuestra sociedad puede darnos una nueva generación del 98 que contribuya a recuperar el sentido de nación, entendida como proyecto común de igualdad y solidaridad entre sus regiones; pero, con una mayoría de medios de comunicación al servicio del poder (especialmente los públicos), y políticas educativas encaminadas a dejar nuestra juventud adormecida, inculta, manejable y sin valores, parece una “misión imposible”.