Acualmente en "atrévete a pensar con libertad"

jueves, mayo 18, 2006

EL CÓDIGO DA VINCI: UNA FARSA MUY REAL.


Si cualquier escritor, para escribir un exitoso best-seller, comenzara su novela asegurando que todo lo que relata es verídico y fruto de una larga labor de investigación y, a continuación, nos presentara una trama en la que acusara a los gobiernos de los países aliados de inventarse el genocidio judío, mediante un complot perverso y oculto, cuyo fin es dominar Alemania; se encontraría con una demanda, y no le serviría de nada reconocer, a posteriori, que todo era ficción.

Algo parecido ha ocurrido con “El Código Da Vinci”, con la diferencia de que la Iglesia no tiene la necesidad de recurrir a los tribunales, porque esta historia se cae por su propio peso; muchos historiadores han demostrado la falsedad de sus afirmaciones, y ya
han tenido que reconocer que es una novela de ficción.

No sé si lo que ha movido a Dan Brown es simplemente enriquecerse a toda costa, sin importarle que el precio fuera adornar una serie de inexactitudes y falsedades para darles un aire de veracidad, o, apunta más alto, intentando acabar con una institución de dos mil años de historia.

En el primer caso estaríamos ante una estafa, un enriquecimiento ilícito – al menos moralmente – que tendría que hacernos recapacitar sobre los límites que nunca se deben sobrepasar.

En el segundo caso perdería el tiempo, ya que, solamente puede sembrar dudas en personas incautas, que no han madurado sus creencias, ya que la Fe Católica no está, para nada, reñida con la razón; pero que algunos prefieren no profundizar por miedo: miedo a lo que supone de compromiso personal.

Pero, como siempre, la realidad supera a la ficción y el efecto está siendo el contrario, ya que muchos están descubriendo o redescubriendo el verdadero mensaje cristiano al leer todo lo que se ha escrito, que aparte de desmontar todas las teorías del libro, nos muestran al verdadero Jesucristo.

Y es que con tanta memoria histórica (selectiva), parece que algunos ya no se acuerdan de Nerón, que incendió Roma - para dar rienda suelta a su imaginación urbanística - y acusó a los cristianos, pensando que mataría dos pájaros de un tiro, en un intento de acabar con esta religión incipiente; pero la sangre que derramó acabó siendo la semilla de la cristianización del Imperio Romano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu post. Vengo desde Asivaelpais donde me he estado leyendo la tira de enlaces recomendados sobre El Código Da Vinci, el Opus Dei, Dan Brown, Sony y es una patraña malísima.

Anónimo dijo...

Esperemos y confiemos en que la gente que no es tonta se den cuenta del come cocos de la película y el libro. Desearia que no alcanzase éxito alguno en taquilla. Muy bueno el artículo.